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Este trabajo examina el plan de la Unión Europea de negociar tratados de libre comercio con un número de países y regiones. Según el autor, para que puedan ofrecer a la industria europea nuevas oportunidades de crecimiento, estos tratados han de liberalizar sustancialmente todo el comercio entre las partes e ir más allá de lo acordado a nivel multilateral. Y para que la liberalización sea beneficiosa para los países menos avanzados, ha de permitirse que éstos puedan tomar medidas para proteger a sus industrias nacientes hasta que alcancen la madurez necesaria para poder competir internacionalmente.